FUNDAMENTACIÓN

Todo profesional que se desempeña en el área de la Orientación de la Conducta se encontrará ante situaciones que impliquen el manejo de está en toda su gama de variedades, que van desde lo fisiológico hasta lo patológico.

Así pues, su que hacer diario le planteará exigencias de tipo científico en el comportamiento general que requiere una metodología de trabajo organizada y probablemente eficiente. Ante esta situación el enfoque cognitivo conductual ofrece una alternativa viable que permite al Orientador, la posibilidad de intervenir los problemas conductuales sobre la base del conocimiento de principios y técnicas que rigen y modifican respectivamente, el comportamiento humano.

Para efectuar el diagnóstico de un caso en el proceso de Orientación hay que determinar la presencia de conductas que son producto de aprendizajes, por lo que las bases teóricas y prácticas son necesarias. Para ello se hace indispensable conocer e implementar los diferentes paradigmas, modelos y procedimientos de aprendizaje que de ellos se derivan que permiten el uso de estrategias según sea el caso.